Cuando un ser humano decide acompañar a bucear en el alma de otros, hay cosas que no se aprenden en ningún libro, ningún curso, ningún Máster. Y son tan, o más, necesarias que todo lo que puedas aprender en libros o de lo que te puedan enseñar otras personas: y es la calidad humana. La calidad humana es imprescindible para ser un buceador del alma y la mayor virtud que tiene Etna es precisamente ésa , acompañada de una gran intuición.
Las otras facetas las tiene más que desarrolladas. Pero esas dos características, que no siempre acompañan a aquellas personas que se dedican al noble arte de acompañar a los demás, ellas sí las tiene. Eso no se aprende. Eso se tiene. Así que las mejores manos que podéis poner vuestro corazoncito es ella. Sin duda.